Las ovejas y las cabras son 'gourmets de la basura'

¿Conoces alguna buena canción de cabra?

Conozco una canción de cabra desde que estaba en la escuela primaria. Estaba incluido en mi libro para principiantes “Curso moderno para piano de John Thompson”.

La única letra que puedo recordar incluye: “La cabra de Bill Grogan se sentía bien. Se comió tres camisetas rojas, fuera de línea”.

Cuando era un niño de tercer grado que tomaba lecciones de piano en la sala de la Sra. Bomberger todos los sábados por la mañana, recuerdo que me reí de esas palabras. Pero eso fue mucho antes de que tuviera cabras.

Ha habido al menos algunas ovejas en nuestra granja desde que mi hermano tuvo a “Bertha” y “Beulah” como animales de su proyecto 4-H hace décadas.

Mi primera oveja, llamada Daisy, fue la alternativa de nuestra granja a los herbicidas para controlar los dientes de león en nuestro césped. Daisy llevaba un collar sujeto a una correa larga que le permitía estar atada a diferentes árboles alrededor del patio de la granja y hacer lo que mejor sabía hacer: pastar.

Durante un tiempo, un granjero vecino crió ovejas en el pequeño pasto contiguo a lo que una vez fue nuestro establo de cerdos. Sin embargo, cuando me hice adulto, compré algunas ovejas.

Las ovejas eran buenas “mascotas de pasto”, pero como necesitaban esquila anual, decidí (para servicios adicionales de control de pastos) invertir en cabras. Así llegaron a nuestra granja Gilda y Gertie, cruces de Boer y Toggenberg, hace unos 25 años.

Rápidamente descubrí que las cabras son extravagantes. No se llevan muy bien con las ovejas y son grandes artistas del escapismo.

También descubrí que comen casi cualquier cosa, lo quieras o no. Si bien no hemos tenido ningún incidente con camisas rojas comiendo en nuestra granja, hemos descubierto que nuestras cabras son útiles como trituradores de basura vivos.

Hablando de trituradores de basura, en mi carrera anterior ayudé a administrar complejos de apartamentos para personas mayores equipados con trituradores de basura.

Esto pretendía ser una forma conveniente de reducir la producción de basura de los edificios. Sin embargo, fue un proceso de aprendizaje para muchos de estos residentes que nunca antes habían utilizado un triturador de basura.

Una de las reglas fundamentales era "abrir siempre el grifo antes de accionar el interruptor de eliminación de basura". Esa parte no solía ser problemática, pero recordar lo que se podía y lo que no se podía colocar en el triturador de basura del fregadero de la cocina sí lo era.

Hubo muchas llamadas de mantenimiento para trituradores de basura obstruidos por prohibiciones, como cáscaras de plátano o huesos pequeños. A veces, una pieza de plata descarriada incluso llegaba a una unidad de eliminación de residuos, provocando mucho ruido y convirtiendo tenedores y cucharas en piezas de “arte moderno”.

Sabía que muchos de esos habitantes de apartamentos procedían de entornos más rurales como el mío. Nuestra granja no tiene un triturador de basura en el fregadero; en cambio, tenemos campos circundantes y nuestras cabras para desechar los restos biodegradables.

Gilda y Gertie han pasado a sus recompensas finales y dos cabras de cachemira llamadas Bianca y Remy son ahora nuestras "chicas cabras".

Los compré de un amigo que disfruta de las artes con fibras y pensé que a mí también me gustaría ese pasatiempo. Pero, por desgracia, tejer requiere más paciencia de la que tengo.

Las cabras tampoco cooperan cuando su capa interna de cachemira comienza a aflojarse a fines del invierno y es necesario peinarles la fibra. Simplemente recojo toda la cachemira que puedo y se la doy a mi amigo de artes de la fibra.

Mis ovejas Pedro y Pablo llegaron aquí como corderos gemelos hace poco más de un año. Remy, y especialmente Bianca, les dejaron muy claro el orden jerárquico desde el principio. Las cabras son el número uno y las ovejas no cuentan en absoluto.

Ha llegado a haber una tregua incómoda entre los cuatro, aunque Bianca y Remy normalmente tienen pequeños fajos de lana en los extremos de sus cuernos por dar órdenes a sus tímidos compañeros de establo.

El verano es la época favorita de Bianca y Remy debido a todas las sobras de productos frescos que reciben. Las ovejas a veces también muestran un poco de interés, pero normalmente son atacadas y se alejan rápidamente.

Mientras nuestros cuatro amigos de pastoreo ovinos y caprinos disfrutan comiendo nuestros árboles de Navidad desechados en invierno. (Permítanme compartir un resumen de los elementos del menú favoritos de las cabras). Es sorprendente lo que les gusta y lo que no.

Primero su lista de "no, gracias". Bianca y Remy podrían tener muchas cáscaras de papa durante todo el año, pero no les gustan.

Esta es la temporada del melón, aunque las cáscaras de sandía no son las favoritas. Asimismo, frutas como las uvas, los melocotones o las cáscaras de cítricos resultan poco atractivas.

Afortunadamente, su lista de Me gusta es mucho más larga. Las cáscaras de melón y las hojas y mazorcas de maíz dulce definitivamente califican “dos pezuñas arriba” de las chicas caprinas.

También les gustan los adornos de guisantes, coles de Bruselas y coliflor. Cuando llega el otoño, encuentran manzanas y cáscaras de manzana de su agrado. Prefieren que se les entreguen todos estos artículos personalmente.

Al igual que los trituradores de basura mecánicos, mis cabras no comen cáscaras de plátano... y nunca pensaríamos en darles huesos y a ellas no les interesarían los cubiertos.

Tampoco tendrán acceso a ninguna camiseta roja, que en el último verso de la canción de Bill Grogan, su cabra irónicamente tosió para hacerle señas a un tren.

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Sue Bowman es una escritora independiente del sureste de Pensilvania.